Forzamos la salida del agua a través de una bomba de alta presión, la cual se puede graduar en diferentes frecuencias.
El agua a presión circula por las nuestras tuberías, que han sido previamente instaladas en el espacio.
El agua sale por nuestras boquillas patentadas, con microgotas no mayores a 10 micras.
Las microgotas salen al ambiente y absorben el calor (energía) que hay en el espacio.
Al absorber el calor del espacio, las gotas se convierten en gas.
El gas se evapora del espacio, dejando el espacio con aire frío y en condiciones térmicas ideales.